miércoles, 29 de agosto de 2007

Sacco y Vanzetti y los Cinco


Injusticias de la Justicia


Este agosto se cumplen 80 años de la ejecución en Estados Unidos de dos humildes inmigrantes a quienes les fabricaron acusaciones falsas. ¿Qué hubo detrás?. Los cinco antiterroristas cubanos presos hoy injustamente son otro ejemplo de los sucios métodos empleados por la justicia estadounidense

Por: MARTA G. SOJOinter@bohemia.co.cu(28 de agosto de 2007)


Parece bastante lejana la fecha en que ocurrieron estos hechos en la costa este norteamericana. Sin embargo, hay un denominador común entre entonces y nuestra era: métodos, mentiras, pruebas insuficientes e injusticias siguen prevaleciendo hasta los días de hoy en ese país, inalterables en sus raíces. Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, zapatero el primero y un pobre vendedor ambulante de pescado el segundo, eran inmigrantes italianos con ideas anarquistas. Los acusaron infundadamente de robar y matar al pagador de una fábrica y a su escolta en Braintree, Massachusetts, en 1920.De aquel entonces a este comienzo del siglo XXI las cosas no son tan distintas. La condena, con insuficientes pruebas, sigue siendo un estilo remarcado a la hora de juzgar personas, en especial tienen las de perder los de piel oscura o ideas no acordes con los intereses estadounidenses. Para muchos, la ejecución se debió a su doble condición de anarquistas e inmigrantes pobres. Ellos defendieron su inocencia, pero en el juicio se maquillaron las pruebas y se dijo que la noche del arresto iban armados hasta los dientes.Sacco y Vanzetti fueron ejecutados. Medio siglo después, en el aniversario 50 de su muerte, ocurrida un 23 de agosto, el país revisó el caso, y la conclusión fue que a ninguno de los dos se les siguió un proceso justo. El entonces gobernador de Massachusetts, Michael Dukakis los exoneró de manera simbólica y pidió disculpas a sus descendientes. A pesar de los años transcurridos de esta terrible condena a dos inocentes todavía levantan emociones. Decía el académico y escritor norteamericano Howard Zinn, que esto ocurre porque "hablar de Sacco y Vanzetti inevitablemente remueve asuntos que nos perturban hoy: nuestro sistema de justicia, la relación entre la guerra y las libertades civiles..."Y agregaba Zinn "...en los más descarnados términos, que las nobles palabras inscritas en los frontispicios de nuestras cortes "igualdad de justicia ante la ley" siempre han sido una mentira. Esos dos hombres, el vendedor de pescado y el zapatero, no lograron obtener justicia en el sistema estadounidense, porque la justicia no se imparte igual para el pobre que para el rico para el oriundo que para el nacido en otros países, para el ortodoxo que para el radical, para el blanco o la persona de color."Hay diversos hechos que ratifican como los tribunales que deben juzgar con imparcialidad mantienen estos perfiles contrarios a su deber. Un caso cercano nuestro es el de los Cinco antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos. Los jóvenes fueron sometidos a un juicio manipulado en la ciudad de Miami, lugar hostil y dominado por bandas de origen cubano, donde era imposible realizar un proceso justo e imparcial. Además, durante todo el proceso las autoridades obstaculizaron el trabajo de la Defensa al demorar y limitar el acceso solo al 20 por ciento de la documentación sospechosamente clasificada como secreta.Hoy, aunque el atropello se perpetra de formas más ladinas y de modos más oscuros que en los duros escenarios que envolvieron el juicio de Sacco y Vanzetti, su esencia persiste.

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