13 de marzo de 2008
Andrés Gómez, director de Areítodigital
Miami.- Preocupados por su situación, muchas personas me preguntan, ¿y qué está pasando con los Cinco? Y hay de qué preocuparse porque con los Cinco está pasando lo que precisamente ha sido desde un principio el objetivo del gobierno federal con relación a ellos: mantenerlos en prisión indefinidamente por razones absolutamente falsas.
Desde la más reciente vista oral de la actual fase de un interminable proceso de apelación, el pasado 20 de agosto en Atlanta, el Tribunal de Apelaciones del Onceno Circuito se mantiene considerando y estudiando la apelación original de la defensa como fue instruido por el Pleno del Tribunal en agosto de 2006.
En esa ocasión -agosto de 2006-, como todos recordamos, el Pleno del Tribunal revocó el dictamen unánime del Tribunal de tres jueces, nombrado por el Pleno, que basado en las escandalosas violaciones del debido proceso en el juicio celebrado a los Cinco aquí en Miami, en el 2001, había anulado -en agosto de 2005- ese juicio y las resultantes condenas a los Cinco. El Pleno del Tribunal, también en agosto de 2006, instruyó al Tribunal de tres jueces (esta vez compuesto por un juez nuevo) a considerar y dictaminar sobre el resto de los asuntos presentados por la defensa en su petición de apelación original. Y es en esta fase que este proceso se encuentra desde entonces.
En la vista oral en Atlanta en agosto pasado (2007) el juez presidente del Tribunal de Apelaciones le pidió a la fiscalía federal que le entregara, para la consideración y estudio del Tribunal, un conjunto de documentos clasificados (secretos) que fueron presentados por la fiscalía a la jueza que presidió el juicio de los Cinco en Miami, y a los cuales la defensa nunca ha tenido acceso. Esos documentos clasificados fueron finalmente entregados por la fiscalía federal, después de cuatro meses, al Tribunal en diciembre de 2007.
Pudiera ser, como dejó saber el juez presidente del Tribunal de Apelaciones durante la vista oral en Atlanta en agosto pasado, que el Tribunal requiera una nueva vista oral sobre la información que contienen los documentos clasificados. Para que se dé esa vista oral la defensa, para poder opinar sobre los asuntos a tratar, tendría que tener acceso, por vez primera, a dichos documentos.
Es razonable suponer que en todo proceso judicial imparcial la defensa tuviera conocimiento de toda la información presentada por la fiscalía a los jueces y, por tanto, que ha formado parte del proceso y condenas de los acusados. Pero este proceso se ha caracterizado por su arbitrariedad no por ser razonable. Tal vez, entonces, el Tribunal no considere pertinente tener una nueva vista oral para así evitar que la defensa pueda rebatir la información contenida en esos documentos clasificados. Cualquier cosa es posible en este enmarañado proceso judicial que evidentemente burla la justicia.
¿Cómo no considerarlo así cuando en plena campaña internacional en contra del terrorismo, dirigida por el gobierno de este país, el gobierno federal enjuicia bajo falsas acusaciones y lleva a penosa prisión a Cinco cuya labor era saber de los planes que fraguaban aquí en Miami los terroristas de la extrema derecha cubano americana, y en cambio le garantiza la libertad a esos terroristas, culpables, como todos en esta ciudad sabemos, de oprobiosos crímenes?
No sólo el gobierno federal le garantiza la libertad a esos terroristas, consortes suyos, sino que posibilita que esos terroristas puedan seguir impunemente cometiendo más crímenes.
¿Y qué nos corresponde hacer a los que nos preocupa la situación en la que se encuentran los Cinco?
Como hemos dicho anteriormente, porque este ensañamiento no es sólo contra los Cinco, sino que es otra cruel manifestación de la política de agresión permanente mantenida en contra del pueblo cubano –en contra del bienestar y la seguridad de nuestras familias en Cuba- nos mantendremos alerta y actuando.
Nuestro lema es: no cejaremos en nuestro empeño hasta verlos libres.
Andrés Gómez, director de Areítodigital
Miami.- Preocupados por su situación, muchas personas me preguntan, ¿y qué está pasando con los Cinco? Y hay de qué preocuparse porque con los Cinco está pasando lo que precisamente ha sido desde un principio el objetivo del gobierno federal con relación a ellos: mantenerlos en prisión indefinidamente por razones absolutamente falsas.
Desde la más reciente vista oral de la actual fase de un interminable proceso de apelación, el pasado 20 de agosto en Atlanta, el Tribunal de Apelaciones del Onceno Circuito se mantiene considerando y estudiando la apelación original de la defensa como fue instruido por el Pleno del Tribunal en agosto de 2006.
En esa ocasión -agosto de 2006-, como todos recordamos, el Pleno del Tribunal revocó el dictamen unánime del Tribunal de tres jueces, nombrado por el Pleno, que basado en las escandalosas violaciones del debido proceso en el juicio celebrado a los Cinco aquí en Miami, en el 2001, había anulado -en agosto de 2005- ese juicio y las resultantes condenas a los Cinco. El Pleno del Tribunal, también en agosto de 2006, instruyó al Tribunal de tres jueces (esta vez compuesto por un juez nuevo) a considerar y dictaminar sobre el resto de los asuntos presentados por la defensa en su petición de apelación original. Y es en esta fase que este proceso se encuentra desde entonces.
En la vista oral en Atlanta en agosto pasado (2007) el juez presidente del Tribunal de Apelaciones le pidió a la fiscalía federal que le entregara, para la consideración y estudio del Tribunal, un conjunto de documentos clasificados (secretos) que fueron presentados por la fiscalía a la jueza que presidió el juicio de los Cinco en Miami, y a los cuales la defensa nunca ha tenido acceso. Esos documentos clasificados fueron finalmente entregados por la fiscalía federal, después de cuatro meses, al Tribunal en diciembre de 2007.
Pudiera ser, como dejó saber el juez presidente del Tribunal de Apelaciones durante la vista oral en Atlanta en agosto pasado, que el Tribunal requiera una nueva vista oral sobre la información que contienen los documentos clasificados. Para que se dé esa vista oral la defensa, para poder opinar sobre los asuntos a tratar, tendría que tener acceso, por vez primera, a dichos documentos.
Es razonable suponer que en todo proceso judicial imparcial la defensa tuviera conocimiento de toda la información presentada por la fiscalía a los jueces y, por tanto, que ha formado parte del proceso y condenas de los acusados. Pero este proceso se ha caracterizado por su arbitrariedad no por ser razonable. Tal vez, entonces, el Tribunal no considere pertinente tener una nueva vista oral para así evitar que la defensa pueda rebatir la información contenida en esos documentos clasificados. Cualquier cosa es posible en este enmarañado proceso judicial que evidentemente burla la justicia.
¿Cómo no considerarlo así cuando en plena campaña internacional en contra del terrorismo, dirigida por el gobierno de este país, el gobierno federal enjuicia bajo falsas acusaciones y lleva a penosa prisión a Cinco cuya labor era saber de los planes que fraguaban aquí en Miami los terroristas de la extrema derecha cubano americana, y en cambio le garantiza la libertad a esos terroristas, culpables, como todos en esta ciudad sabemos, de oprobiosos crímenes?
No sólo el gobierno federal le garantiza la libertad a esos terroristas, consortes suyos, sino que posibilita que esos terroristas puedan seguir impunemente cometiendo más crímenes.
¿Y qué nos corresponde hacer a los que nos preocupa la situación en la que se encuentran los Cinco?
Como hemos dicho anteriormente, porque este ensañamiento no es sólo contra los Cinco, sino que es otra cruel manifestación de la política de agresión permanente mantenida en contra del pueblo cubano –en contra del bienestar y la seguridad de nuestras familias en Cuba- nos mantendremos alerta y actuando.
Nuestro lema es: no cejaremos en nuestro empeño hasta verlos libres.
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