Los cambios en la Carta Magna, indicó, representan una estrategia de profundización de la política de beneficios a los sectores más necesitados que impulsa el presidente Hugo Chávez.
En declaraciones al diario PANORAMA, Rodríguez aseguró que si no se aprobase ese instrumento sería "una detención brutal del trabajo de todos los proyectos emprendidos por este gobierno".
La propuesta de modificaciones a 69 artículos de la constitución "es revolucionaria, y es la revolución para distribuir el poder", expresó el vicepresidente.
Respecto a argumentos que consideran la necesidad de convocar a una Asamblea Constituyente, recordó que en este caso no es una nueva Carta Magna sino un perfeccionamiento de la existente.
Asimismo, se realizó un amplio proceso de consulta nacional que dejó a la oposición solo con la opción de acudir a la mentira y la manipulación para descalificarla, dijo.
Rodríguez criticó las posiciones de la prensa estadounidense sobre la reforma, donde se considera que una aprobación de la misma llevaría a Chávez a ser un autócrata.
"Esa es la estrategia y la matriz mediática que han vendido los sectores que obedecen a las oligarquías más brutales que ha conocido este planeta a todo lo largo de su historia", señaló.
La revolución, expresó, necesita tiempo y eficiencia "y la reforma, sobre todo", acotó.
La iniciativa de cambios a la Constitución, sujeta al aval popular en el referendo del próximo 2 de diciembre, apunta a la consolidación de las bases para la transición hacia un modelo de carácter socialista en el país.
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