Autoridades del ministerio venezolano de Finanzas destacaron la posibilidad de firmar en el encuentro los documentos para concretar el nacimiento del Banco del ALBA.
La entidad, con participación de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia, servirá de instrumento para potenciar la integración productiva y la sustitución de importaciones.
El capital inicial puede llegar a unos mil millones de dólares, si bien la definición de ese tema quedará en manos de los ministros de Finanzas y jefes de Estado una vez precisadas la estructura y funcionamiento.
Con sede en Caracas, la entidad está llamada a orientar los fondos hacia el desarrollo de programas sociales y el respaldo a los proyectos gran-nacionales en el marco del acuerdo de cooperación.
Los mencionados planes entre los cuatro miembros del acuerdo se concentran en las áreas social, empresarial, energética y petrolera.
Asimismo, con la institución surgirá la posibilidad de establecer alianzas con otras entidades de la región, con lo cual se avanzaría hacia la configuración de una nueva arquitectura económica que permita hacer sustentables los proyectos de integración.
Por otra parte, la aprobación de financiamientos en el contexto del ALBA dejaría a un lado los procedimientos tradicionales de los organismos multilaterales, donde el establecimiento de condicionantes figura como un factor clave a la hora de otorgar créditos.
Además, el nuevo banco representa una alternativa para el ahorro, en lugar de estimular el flujo de las reservas hacia instituciones del mundo industrializado.
Unido a ello, está la opción de actuar como una especie de blindaje financiero para las naciones en desarrollo ante la volatilidad que impera en los mercados bursátiles y cambiarios de las grandes potencias económicas, con Estados Unidos a la cabeza.
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