Desde que en 1976 Cuba estableció su sistema de órganos de Poder Popular, esta es la séptima elección general que se realiza. Se celebra cada cinco años.
El sistema lectoral cubano es genuino, autóctono y propio, no fue copiado de ningún otro, se diferencia de los que rigen en otros países fundamentados en la democracia representativa. Este hecho, en vez de invalidarlo, lo enaltece pues es demostración de que en un mundo unipolar y neoliberal existen caminos propios en los que el pueblo pueda elegir a plenitud democráticamente, sin la tiranía de las oligarquías partidistas y los millonarios financiamientos, a sus candidatos de preferencia, y a participar en el gobierno de la nación.
Este se rige por varios principios que lo hacen único y que le conceden al pueblo el principal protagonismo, ellos son:
La no participación del Partido Comunista en el proceso electoral; el Partido no postula, ni promueve, ni apoya a ningún candidato.
La raíz y soporte principal del sistema radica en que el pueblo es quien tiene la facultad de proponer y nominar a los candidatos (en la elección de Delegados a la Asamblea Municipal del Poder Popular lo hace directamente, en la de Delegados a la Asamblea Provincial y de Diputados lo hacen mediante sus representantes, los Delegados a las Asambleas Municipales). Seis de las principales organizaciones de masas y sociales (CTC, CDR, FMC, ANAP, FEU, FEEM), mediante un proceso interno de consultas y después en sus plenos, también proponen precandidatos.
Todos los elegidos pueden ser revocados por sus electores en cualquier momento del mandato.
El pueblo controla la labor que realizan sus representantes, ya que estos están obligados a rendirle cuenta de manera sistemática.
El Registro de Electores es automático y gratuito. El cubano nace con ese derecho que se cumple cuando arriba a los 16 años de edad. Su transparencia se garantiza totalmente, pues el listado de los electores se coloca en lugares públicos, mucho antes de las elecciones, para que pueda ser controlado por todos.
El voto es voluntario, no obligatorio. Los electores podrán emitir el sufragio de manera selectiva o por todos los candidatos. Desde 1976 el por ciento más bajo de votación fue de 95,2 y el más alto de 98,7 del total de electores registrados.
La opción del voto unido, prevista en la Ley, constituye un derecho del pueblo, un acto de reconocimiento a la trayectoria y las aptitudes de los nominados, pero nunca una imposición.
El conteo de los votos que recibe cada candidato se hace ante la presencia de la población, incluso de los extranjeros de visita en el país, si así lo desean.
Para ser electo Delegado a una Asamblea Municipal o Provincial del Poder Popular, y Diputado a la Asamblea Nacional, el candidato tiene que obtener más de la mitad de los votos válidamente emitidos.
Los candidatos no pueden hacer campaña electoral a su favor ni en contra de ningún otro, estos no pueden solicitar votos, ni aportan financiamiento para darse a conocer, pero si desarrollan contactos directos con los electores. La propaganda de las elecciones es patrimonio exclusivo de las Comisiones Electorales y tiene un contenido ético, educativo, instructivo y dirigido a garantizar la igualdad de derecho de todos los electores.
Hasta el 50% de los Diputados y de los Delegados a las Asambleas Provinciales del Poder Popular pueden ser Delegados de Asambleas Municipales del Poder Popular. Este año, el 46% de los candidatos a Diputados, son delegados de circunscripciones, electos directamente por los electores el pasado 21 de octubre.
Los Diputados, salvo muy pocas excepciones, como cuando realizan funciones de Presidentes y Vicepresidentes de las Asambleas, y en el caso de la Asamblea Nacional del Poder Popular cuando dirigen algunas de las Comisiones Permanentes de Trabajo, y los Delegados a las Asambleas Provinciales y Municipales no cobran salario por las funciones que realizan como representantes del pueblo. Es una vocación totalmente voluntaria de servicio público.
El ejercicio democrático del pueblo no se agota en el proceso electoral. Continúa ejerciéndolo mediante su participación en la toma de decisiones de los órganos del Poder Popular, en las actividades que desarrollan las ONGs que integran la sociedad civil y en su participación dentro de los procesos productivos y de servicios.
La Asamblea Nacional del Poder Popular es el órgano supremo del poder del Estado. Las Asambleas Provinciales y Municipales del Poder Popular son los órganos superiores locales del poder del Estado. Ejercen gobierno en sus respectivos territorios.
La composición de las Asambleas Nacional, Provinciales y Municipales es fiel reflejo de todos los sectores de la sociedad ya que están integradas por: obreros, campesinos, estudiantes, militares, intelectuales, artistas, deportistas, médicos, científicos, líderes religiosos, jubilados, amas de casa, trabajadores por cuenta propia, etc.
A pesar de lo antes expuesto, la poderosa campaña mediática del gobierno de los Estados Unidos ha estado reiterando que en la nación cubana nunca se han celebrado elecciones libres y democráticas, buscando satanizar a la Revolución y aislarnos del mundo; mienten sin recato, tergiversan y ocultan la realidad del sistema electoral cubano.
“sólo echan raíces en las naciones las formas de gobierno que nacen de ellas”.
JOSÉ MARTÍ
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