domingo, 20 de enero de 2008

Carlos Lage Dávila: Voy a votar por Fidel


Anticipa el vicepresidente del Consejo de Estado de Cuba que habrá una amplia participación popular en las elecciones de este domingo

Por: Javier Dueñas Oquendo

Correo: digital@jrebelde.cip.cu
20 de enero de 2008 12:49:29 GMT


Poco después de las 8 de la mañana Carlos Lage Dávila, vicepresidente del Consejo de Estado, llegó al colegio electoral No. 1 de la circunscripción 92, en el municipio Plaza de la Revolución, donde ejerció su derecho al voto.

Aunque del amanecer ya nos separaban poco más de dos horas, aún no había sol, muchas personas iban abrigadas y en el aire flotaba la pregunta de si llovería o no.

Pronto Lage, que no es analista del tiempo pero sí un líder político sagaz, despejó cualquier duda sobre la concurrencia de los electores a las urnas en este domingo invernal en que Cuba elige a sus Asambleas Provinciales y a su Parlamento.

«Estoy seguro de que va a haber una participación muy amplia de nuestro pueblo. Hay un frente frío por ahí. Parece que todo lo que viene del Norte es para fastidiar —bromeó—, pero no ha llovido mucho. De todas maneras, aunque lloviera, habrá una amplia participación».

En el colegio electoral hay tranquilidad. Poco advierte sobre lo que ocurre allí salvo el listado de electores y las biografías de los candidatos que se exhiben en la puerta de la entrada. La gente se saluda y conversa mientras espera su turno para votar.

Quizá levanta alguna suspicacia el ir y venir de niños vestidos de uniforme escolar en un día en que los centros docentes no abren, pero sus juegos no dejan entrever que son ellos quienes cuidan las urnas.

La sencillez de la escena nos hizo volver la mirada al ambiente cargado, espeso de que se rodean las elecciones en otros países.

«En estos días estábamos viendo las elecciones en Estados Unidos —prosiguió Lage. Parecen más un concurso de popularidad que unas elecciones. Las nuestras transcurren sin politiquería, sin fraude, sin dinero, sin campañas de propaganda... Son unas elecciones basadas en el mérito. Se podrán perfeccionar, como todo lo que tiene que perfeccionarse, pero los fundamentos de nuestro sistema electoral realmente son motivo de satisfacción y orgullo para todos».

La mención a Estados Unidos trajo a la mente a José Martí, quien en marzo de 1895 escribió para el periódico La Nación: «Es recia y nauseabunda, una campaña presidencial en los Estados Unidos. (...) Una vez nombrados en las Convenciones los candidatos, el cieno sube hasta los arzones de las sillas. (...) Se vuelcan cubos de lodo sobre las cabezas. Se dan tajos en el vientre y por la espalda. Se creen legítimas todas las infamias. El que inventa una villanía eficaz se pavonea orgulloso».

«En estos días nuestra prensa ha divulgado bastante el pensamiento de José Martí sobre las elecciones..., prosiguió Lage: Martí antecede en el espíritu de la Revolución y también en el contenido y la esencia y el espíritu de estas elecciones. Su pensamiento se refleja de manera especial en la forma en que están organizadas nuestras elecciones, que no se parecen a las elecciones de ningún otro país. Nuestro sistema electoral es una creación de la Revolución.

«El hecho de que sean elecciones como la que puede verse en este colegio o en cualquier otro, donde predominan el orden, la tranquilidad, la familia votando, donde predomina no una cruel campaña de críticas e insultos entre unos y otros, sino una divulgación colectiva de las biografías y las trayectorias de los propuestos, es algo que refleja el espíritu democrático de nuestra Revolución».

«La candidatura de esta Asamblea es realmente una representación de todo nuestro pueblo —acotó. Sin dudas, la Asamblea que va a emerger de este proceso es representativa de los valores y la virtud de nuestro pueblo. No se puede decir que los candidatos son “los mejores”; ellos están “entre los mejores”. Hay muchos como los candidatos de la Asamblea, pero es una selección del mérito colectivo de la Revolución».

En el diálogo no faltó la pregunta del momento: cuando la Asamblea se constituya, ¿será reelecto Fidel? (como Presidente del Consejo de Estado), a lo que el también Secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros respondió: «Yo te puedo anticipar que voy a votar por él».

Cuando ya se adivinaba la despedida, otro reportero le expresó a Lage que pronósticos realizados en círculos extranjeros lo daban a él como próximo Presidente de Cuba. «El próximo Presidente —respondió sabiamente el dirigente revolucionario— seremos los once millones de cubanos».

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