MOVIMIENTO NACIONAL DE AMISTAD Y SOLIDARIDAD MUTUA VENEZUELA – CUBA
Misión Barrio Adentro – Situación actual
Documento preliminar
Barrio Adentro, misión bandera de salud, del Gobierno revolucionario del Presidente Chávez, ha alcanzado en 5 años logros inmensos que más allá de los evidentes logros cuantitativos, también debe valorarse en su concepción cualitativa. Lo que empezó siendo una importante red de atención primaria, que centraba su ámbito de acción en los más desposeídos y que atendía a todos aquellos sectores populares donde no llegaba, o muy precariamente, la atención médica, fue creciendo y diversificándose, de una manera tan sorprendente y en tan corto tiempo que alguien difícilmente lo hubiera podido prever en sus inicios.
La misión se inicia con Barrio Adentro I. Esta fase de la misión se basa en un concepto de salud integral que combina las acciones preventivas y asistenciales, y donde el médico vive en la comunidad, se integra a ella y es apoyado por los Comités de Salud y la comunidad en general. Barrio Adentro I se crea para enfrentar la exclusión de 17 millones de venezolanos desatendidos por un sistema nacional de salud prácticamente inexistente y que durante décadas se había ido burocratizando, y como respuesta a una concepción mercantilista de la salud. Los primeros 58 médicos cubanos llegan al país en abril de 2003 y cuando el Presidente Chávez hace el anuncio oficial de la creación de la misión Barrio Adentro I, el 14 de diciembre de ese mismo año, ya se habían esparcido por el territorio nacional 10.179 médicos (as) cubanos (as). En diversos barrios donde antes no había ni un solo médico, ahora se hacían presentes estos profesionales de la medicina que inicialmente se instalaron en consultorios improvisados, muchas veces en espacios cedidos y acondicionados por las propias comunidades.
La realidad señalaba nuevas necesidades: a partir del 28 de octubre de 2003 se empiezan a instalar las primeras sillas odontológicas; el 23 de marzo de 2004 aparecen las primeras ópticas y, luego, el 08 de julio de 2004, los primeros Centros Oftalmológicos, en Venezuela, de la importante Misión Milagro.
Poco tiempo después, a partir del 30 de mayo de 2005, se da un nuevo y fundamental paso con Barrio Adentro II, cuando la misma dinámica de la atención primaria señalaba la dificultad de la población para hacerse exámenes diagnósticos, debido a sus elevados costos, lejos de las posibilidades económicas de los sectores populares, e incluso de la clase media. Esta misma dinámica, dictada por la propia realidad, develaba la necesidad de unos servicios de emergencia y de terapia intensiva que permitieran salvar vidas humanas. Al mismo tiempo, surgía la evidencia de otra necesidad primordial: la de unas terapias de rehabilitación y fisioterapia que siendo excesivamente costosas en los servicios privados de salud, estaban lejos del alcance de los sectores populares e, incluso, de la mayor parte de la clase media. A cada nueva necesidad, surgía una nueva respuesta. La misión seguía creciendo y diversificándose. Desde los inicios de Barrio Adentro también se había tenido la visión de formar un contingente importante de médicos venezolanos, con una proyección de 40.000 médicos graduados en 10 años, a través del Programa de Medicina Integral Comunitaria.
A pesar de los éxitos alcanzados y de esta concepción visionaria de la atención integral de salud que requería nuestra población, la Misión ha venido recibiendo, en los últimos meses, una serie de críticas no sólo desde la oposición, sino también de parte de algunos sectores del propio chavismo. Lo que antes era destacado como un logro indiscutible, es ahora cuestionado sin que se haga un análisis detallado de las causas de unas fallas o problemas que se tornan irrelevantes cuando los relacionamos con los logros alcanzados. Tanto en artículos de prensa, como en programas de opinión se hacen críticas con relación a la pérdida de su eficiencia, al cierre de módulos de Barrio Adentro I o a la paralización o el retraso en la construcción de centros de Barrio Adentro II.
Situación actual.
Desde su puesta en funcionamiento, la misión Barrio Adentro se ha venido diversificando y ampliando, como lo hemos estado señalando, se han asumido nuevos retos y nuevas tareas con el fin de ofrecer un servicio de salud cada vez más integral. Este crecimiento no ha sido entendido o quizás no lo suficientemente bien explicado. Es un absoluto sinsentido señalar que se viene desmoronando una misión donde se han realizado mas de 275 millones de consultas, salvado cerca de 300.000 vidas, que tiene un personal activo de más de 15.000 médicos y cerca de 4.000 odontólogos, que tiene un servicio individualizado de suministro de medicamentos que responde a las necesidades reales, no estadísticas, ni presupuestarias, de la población atendida por cada médico y donde mas de 6.000 médicos cumplen, adicionalmente, funciones docentes en beneficio de cerca de 24.000 alumnos (as) venezolanos (as) del Programa de Medicina Integral Comunitaria. Es indudable que hay una equivocada percepción y una falta de información en este sentido que pareciera generalizar lo que son problemas puntuales, inevitables en una misión de tan inmensa envergadura que apunta hacia la construcción de un auténtico Sistema Nacional de Salud. Las cifras antes mencionadas y el más elemental sentido común refutan, de manera contundente, estas críticas.
Algunas cifras:
· 43.957 colaboradores: 30.430 cubanos y 13.527 venezolanos trabajan en Barrio Adentro I y II. Entre ellos 13.670 médicos cubanos y 1.582 médicos venezolanos, al igual que 2.882 odontólogos cubanos y 2.140 venezolanos.
· Barrio Adentro I cuenta con 6.531 consultorios médicos. Se han realizado más de 275 millones de consultas, de ellas cerca de 120 millones a domicilio y se han salvado 71.505 vidas.
· Barrio Adentro II tiene a la fecha 405 CDI, 4.90 SRI y 18 CAT operativos. En los CDI se han realizado más de 111 millones de exámenes en menos de 3 años, se han visto por emergencia 13.154.904 casos y se han salvado 225.114 vidas. En los SRI se han aplicado casi 86 millones de tratamientos, entre electroterapia, termoterapia, gimnasio adulto, gimnasio niño, logopedia, terapia ocupacional, podología e hidroterapia. En los CAT, se han realizado 4.818.514 exámenes diagnósticos que requieren de equipos de alta tecnología.
· El programa de medicina integral comunitaria tiene 23.556 alumnos que son atendidos, mientras cumplen con la función primaria de atención médica, por 6.122 profesores/médicos cubanos, a razón de 1 profesor por cada 4 alumnos, y ya se han graduado de medicina general integral 1.011 médicos venezolanos. La meta es formar 40.000 médicos venezolanos en los próximos 10 años.
· En el área odontológica hay 3.019 sillones instalados con cerca de 32 millones de consulta realizadas.
· En el área de optometría y óptica hay 459 ópticas en funcionamiento con 7.641.856 casos resueltos.
· La misión Milagro cuenta con17 centros oftalmológicos y 31 posiciones quirúrgicas, en Venezuela. Se han efectuado 480.850 intervenciones quirúrgicas: 204.706 en Cuba y 276.153 en Venezuela.
· Como parte integral de la misión Barrio Adentro, hay cerca de 10.000 profesores (as) cubanos (as), integrales, vinculados a la salud, de deportes, recreación y cultura física prestando servicio en el país.
Contexto.
En el año 2005, con la puesta en funcionamiento de un primer grupo de centros de salud de Barrio Adentro II se reestructuró la política de “atención primaria” de Barrio Adentro I y se hizo un reordenamiento del recurso humano. Si bien se reducía el número de médicos y médicas de Barrio Adentro I, esta disminución, que estaba prevista, se compensaría con la puesta en funcionamiento de los 600 CDI, 600 SRI y 35 CAT. Este reordenamiento del recurso humano incluía la incorporación progresiva de un mayor número de médicos y médicas, o profesionales venezolanos.
De igual manera, solventada la emergencia inicial de exclusión en la atención primaria, a finales del 2005 y durante los primeros meses del 2006 se inició el retiro progresivo de 4.500 médicos cubanos de Barrio Adentro I, con el propósito de dar apoyo a otros países como la hermana República de Bolivia, al mismo tiempo que se les asignaba a los médicos que permanecen en sus centros, otra importante tarea, como lo son las funciones docentes que deben cumplir con estudiantes de medicina venezolanos
A principios del año 2006 había unos 13.000 médicos cubanos, sólo en Barrio Adentro I, que venían atendiendo la población bajo un criterio de un (1) médico por 1.200 habitantes. Esto cubría 17 millones de venezolanos “excluidos”. El reordenamiento del recurso humano preveía la reducción de esos médicos a 8.500, bajo el criterio de un (1) médico por 3.000 habitantes, es decir para que se pudieran atender los 26 millones de venezolanos. Se reducían los médicos cubanos en Barrio Adentro I pero su disminución era compensada progresivamente con Barrio Adentro II y, más adelante, con Barrio Adentro III (que se iniciaría con la dotación de equipos de tecnología de última generación a 43 hospitales en el país)
Desde el principio se vislumbró el probable problema de la falta de comprensión por parte de las comunidades, ahora conscientes de un derecho anteriormente negado, al igual que acostumbradas a sus médicos, que los habían hecho, muchas veces, parte de sus familias y que ahora deberían entender que no se les estaba dejando desasistidos pero que, por el contrario, sí debían acostumbrarse a esta reestructuración. La “atención primaria” de Barrio Adentro I seguiría existiendo en todos los municipios del país pero existirían comunidades que tendrían los módulos de Barrio Adentro I un poco más alejados.
Dificultades y retos.
Los 600 CDI, los 600 SRI y los 35 CAT previstos inicialmente para diciembre del año 2005, después para marzo 2006 y luego para agosto 2006 aún no están totalmente listos en su construcción. A la fecha, enero 2008, hay 405 CDI, 490 SRI y 18 CAT operativos que corresponden a un 74% del total de los Centros de Salud proyectados. Este retraso ha sido señalado por el propio Presidente, en diversas alocuciones y muy particularmente en varios ¡Aló Presidente!, llamando la atención a los entes responsables de la ejecución de las obras. Desde diversos sectores, empezando por las comunidades y los Comités de Salud, se viene ejerciendo presión, antes las instituciones públicas responsables, para la culminación de las obras de Barrio Adentro II y para la respuesta integral de las necesidades de salud de esas mismas comunidades (atención de personas con discapacidad, madres solteras, personas de la tercera edad con necesidades específicas, etc.); sin embargo, en muchas oportunidades, no se han logrado superar los obstáculos que significan las trabas burocráticas, la permisología administrativa, la entrega legal de los terrenos, el trabajo poco eficiente y responsable de las constructoras privadas o el suministro oportuno de los materiales de construcción. Estos problemas han ocasionado los retrasos que, en muchos casos, alcanzan los dos años. La planificación originalmente definida se alteró, de manera significativa, dando como resultado que la reestructuración de la política de “atención primaria” de Barrio Adentro I no pudiese ser compensada oportunamente, en la magnitud deseada, con la puesta en funcionamiento de Barrio Adentro II, y menos aún con el lento desarrollo de Barrio Adentro III. No todas las instituciones públicas han asumido el tema de la salud como una política de Estado, de competencia, por lo tanto, general.
La falta de comprensión de sectores de la población, al igual que una pobre y casi inexistente campaña de divulgación sobre la mencionada reestructuración, ha contribuido con cierta percepción equivocada, más allá de la campaña política negativa que desde sectores de la oposición se ha hecho al respecto. No se supo entender suficientemente, ni tampoco explicar adecuadamente. Algunos integrantes de los Comités de Salud señalan que una buena parte de la población percibió la puesta en funcionamiento de un módulo de Barrio Adentro I como un “derecho adquirido” y han optado por la crítica rápida antes que la reflexión serena que significa entender que antes de Barrio Adentro no existían médicos en los barrios, o muy pocos, mientras que ahora hay varias decenas de ellos aunque, quizás, menos que al inicio de la misión, y, muy cerca de su sector de habitación aunque, quizás, más lejos que antes. La costumbre creó cierto nivel de hábito y de comodidad, más allá de la conciencia de un legítimo derecho adquirido, dejando a un lado la actitud serena que se requiere para aceptar una reestructuración que era inevitable y que requerirá, con los años, de la necesaria incorporación de un contingente de médicos (as) venezolanos (as) que reemplacen progresivamente a los (as) médicos (as) cubanos (as).
Hoy nos encontramos con el hecho de que la Misión Barrio Adentro, en sí misma, está siendo objeto de estas críticas injustificadas o no bien orientadas en sus causas, y se ha convertido en uno de los temas de la diatriba política y electoral, y de la campaña de la oposición contra la invalorable y solidaria cooperación cubana. Es de señalar que la misión está por cumplir 5 años y, a pesar de sus problemas, no ha dejado de crecer y diversificarse. Son millones de venezolanos, e incluso un número importante de latinoamericanos, los que se han beneficiado de todos los programas de salud que conforman la Misión Barrio Adentro y, en general, el Convenio de Salud Venezuela – Cuba, y son también miles las vidas salvadas a través de ella.
Una campaña informativa que contrarreste esta matriz negativa de opinión que se quiere establecer, pareciera necesaria y pertinente. En este sentido, el Comité de Amistad y Solidaridad Mutua Venezuela – Cuba y los Comités de Salud están llamados a desempeñar una tarea importante de defensa de la Misión Barrio Adentro.
06 de febrero de 2008
Documento preliminar
Barrio Adentro, misión bandera de salud, del Gobierno revolucionario del Presidente Chávez, ha alcanzado en 5 años logros inmensos que más allá de los evidentes logros cuantitativos, también debe valorarse en su concepción cualitativa. Lo que empezó siendo una importante red de atención primaria, que centraba su ámbito de acción en los más desposeídos y que atendía a todos aquellos sectores populares donde no llegaba, o muy precariamente, la atención médica, fue creciendo y diversificándose, de una manera tan sorprendente y en tan corto tiempo que alguien difícilmente lo hubiera podido prever en sus inicios.
La misión se inicia con Barrio Adentro I. Esta fase de la misión se basa en un concepto de salud integral que combina las acciones preventivas y asistenciales, y donde el médico vive en la comunidad, se integra a ella y es apoyado por los Comités de Salud y la comunidad en general. Barrio Adentro I se crea para enfrentar la exclusión de 17 millones de venezolanos desatendidos por un sistema nacional de salud prácticamente inexistente y que durante décadas se había ido burocratizando, y como respuesta a una concepción mercantilista de la salud. Los primeros 58 médicos cubanos llegan al país en abril de 2003 y cuando el Presidente Chávez hace el anuncio oficial de la creación de la misión Barrio Adentro I, el 14 de diciembre de ese mismo año, ya se habían esparcido por el territorio nacional 10.179 médicos (as) cubanos (as). En diversos barrios donde antes no había ni un solo médico, ahora se hacían presentes estos profesionales de la medicina que inicialmente se instalaron en consultorios improvisados, muchas veces en espacios cedidos y acondicionados por las propias comunidades.
La realidad señalaba nuevas necesidades: a partir del 28 de octubre de 2003 se empiezan a instalar las primeras sillas odontológicas; el 23 de marzo de 2004 aparecen las primeras ópticas y, luego, el 08 de julio de 2004, los primeros Centros Oftalmológicos, en Venezuela, de la importante Misión Milagro.
Poco tiempo después, a partir del 30 de mayo de 2005, se da un nuevo y fundamental paso con Barrio Adentro II, cuando la misma dinámica de la atención primaria señalaba la dificultad de la población para hacerse exámenes diagnósticos, debido a sus elevados costos, lejos de las posibilidades económicas de los sectores populares, e incluso de la clase media. Esta misma dinámica, dictada por la propia realidad, develaba la necesidad de unos servicios de emergencia y de terapia intensiva que permitieran salvar vidas humanas. Al mismo tiempo, surgía la evidencia de otra necesidad primordial: la de unas terapias de rehabilitación y fisioterapia que siendo excesivamente costosas en los servicios privados de salud, estaban lejos del alcance de los sectores populares e, incluso, de la mayor parte de la clase media. A cada nueva necesidad, surgía una nueva respuesta. La misión seguía creciendo y diversificándose. Desde los inicios de Barrio Adentro también se había tenido la visión de formar un contingente importante de médicos venezolanos, con una proyección de 40.000 médicos graduados en 10 años, a través del Programa de Medicina Integral Comunitaria.
A pesar de los éxitos alcanzados y de esta concepción visionaria de la atención integral de salud que requería nuestra población, la Misión ha venido recibiendo, en los últimos meses, una serie de críticas no sólo desde la oposición, sino también de parte de algunos sectores del propio chavismo. Lo que antes era destacado como un logro indiscutible, es ahora cuestionado sin que se haga un análisis detallado de las causas de unas fallas o problemas que se tornan irrelevantes cuando los relacionamos con los logros alcanzados. Tanto en artículos de prensa, como en programas de opinión se hacen críticas con relación a la pérdida de su eficiencia, al cierre de módulos de Barrio Adentro I o a la paralización o el retraso en la construcción de centros de Barrio Adentro II.
Situación actual.
Desde su puesta en funcionamiento, la misión Barrio Adentro se ha venido diversificando y ampliando, como lo hemos estado señalando, se han asumido nuevos retos y nuevas tareas con el fin de ofrecer un servicio de salud cada vez más integral. Este crecimiento no ha sido entendido o quizás no lo suficientemente bien explicado. Es un absoluto sinsentido señalar que se viene desmoronando una misión donde se han realizado mas de 275 millones de consultas, salvado cerca de 300.000 vidas, que tiene un personal activo de más de 15.000 médicos y cerca de 4.000 odontólogos, que tiene un servicio individualizado de suministro de medicamentos que responde a las necesidades reales, no estadísticas, ni presupuestarias, de la población atendida por cada médico y donde mas de 6.000 médicos cumplen, adicionalmente, funciones docentes en beneficio de cerca de 24.000 alumnos (as) venezolanos (as) del Programa de Medicina Integral Comunitaria. Es indudable que hay una equivocada percepción y una falta de información en este sentido que pareciera generalizar lo que son problemas puntuales, inevitables en una misión de tan inmensa envergadura que apunta hacia la construcción de un auténtico Sistema Nacional de Salud. Las cifras antes mencionadas y el más elemental sentido común refutan, de manera contundente, estas críticas.
Algunas cifras:
· 43.957 colaboradores: 30.430 cubanos y 13.527 venezolanos trabajan en Barrio Adentro I y II. Entre ellos 13.670 médicos cubanos y 1.582 médicos venezolanos, al igual que 2.882 odontólogos cubanos y 2.140 venezolanos.
· Barrio Adentro I cuenta con 6.531 consultorios médicos. Se han realizado más de 275 millones de consultas, de ellas cerca de 120 millones a domicilio y se han salvado 71.505 vidas.
· Barrio Adentro II tiene a la fecha 405 CDI, 4.90 SRI y 18 CAT operativos. En los CDI se han realizado más de 111 millones de exámenes en menos de 3 años, se han visto por emergencia 13.154.904 casos y se han salvado 225.114 vidas. En los SRI se han aplicado casi 86 millones de tratamientos, entre electroterapia, termoterapia, gimnasio adulto, gimnasio niño, logopedia, terapia ocupacional, podología e hidroterapia. En los CAT, se han realizado 4.818.514 exámenes diagnósticos que requieren de equipos de alta tecnología.
· El programa de medicina integral comunitaria tiene 23.556 alumnos que son atendidos, mientras cumplen con la función primaria de atención médica, por 6.122 profesores/médicos cubanos, a razón de 1 profesor por cada 4 alumnos, y ya se han graduado de medicina general integral 1.011 médicos venezolanos. La meta es formar 40.000 médicos venezolanos en los próximos 10 años.
· En el área odontológica hay 3.019 sillones instalados con cerca de 32 millones de consulta realizadas.
· En el área de optometría y óptica hay 459 ópticas en funcionamiento con 7.641.856 casos resueltos.
· La misión Milagro cuenta con17 centros oftalmológicos y 31 posiciones quirúrgicas, en Venezuela. Se han efectuado 480.850 intervenciones quirúrgicas: 204.706 en Cuba y 276.153 en Venezuela.
· Como parte integral de la misión Barrio Adentro, hay cerca de 10.000 profesores (as) cubanos (as), integrales, vinculados a la salud, de deportes, recreación y cultura física prestando servicio en el país.
Contexto.
En el año 2005, con la puesta en funcionamiento de un primer grupo de centros de salud de Barrio Adentro II se reestructuró la política de “atención primaria” de Barrio Adentro I y se hizo un reordenamiento del recurso humano. Si bien se reducía el número de médicos y médicas de Barrio Adentro I, esta disminución, que estaba prevista, se compensaría con la puesta en funcionamiento de los 600 CDI, 600 SRI y 35 CAT. Este reordenamiento del recurso humano incluía la incorporación progresiva de un mayor número de médicos y médicas, o profesionales venezolanos.
De igual manera, solventada la emergencia inicial de exclusión en la atención primaria, a finales del 2005 y durante los primeros meses del 2006 se inició el retiro progresivo de 4.500 médicos cubanos de Barrio Adentro I, con el propósito de dar apoyo a otros países como la hermana República de Bolivia, al mismo tiempo que se les asignaba a los médicos que permanecen en sus centros, otra importante tarea, como lo son las funciones docentes que deben cumplir con estudiantes de medicina venezolanos
A principios del año 2006 había unos 13.000 médicos cubanos, sólo en Barrio Adentro I, que venían atendiendo la población bajo un criterio de un (1) médico por 1.200 habitantes. Esto cubría 17 millones de venezolanos “excluidos”. El reordenamiento del recurso humano preveía la reducción de esos médicos a 8.500, bajo el criterio de un (1) médico por 3.000 habitantes, es decir para que se pudieran atender los 26 millones de venezolanos. Se reducían los médicos cubanos en Barrio Adentro I pero su disminución era compensada progresivamente con Barrio Adentro II y, más adelante, con Barrio Adentro III (que se iniciaría con la dotación de equipos de tecnología de última generación a 43 hospitales en el país)
Desde el principio se vislumbró el probable problema de la falta de comprensión por parte de las comunidades, ahora conscientes de un derecho anteriormente negado, al igual que acostumbradas a sus médicos, que los habían hecho, muchas veces, parte de sus familias y que ahora deberían entender que no se les estaba dejando desasistidos pero que, por el contrario, sí debían acostumbrarse a esta reestructuración. La “atención primaria” de Barrio Adentro I seguiría existiendo en todos los municipios del país pero existirían comunidades que tendrían los módulos de Barrio Adentro I un poco más alejados.
Dificultades y retos.
Los 600 CDI, los 600 SRI y los 35 CAT previstos inicialmente para diciembre del año 2005, después para marzo 2006 y luego para agosto 2006 aún no están totalmente listos en su construcción. A la fecha, enero 2008, hay 405 CDI, 490 SRI y 18 CAT operativos que corresponden a un 74% del total de los Centros de Salud proyectados. Este retraso ha sido señalado por el propio Presidente, en diversas alocuciones y muy particularmente en varios ¡Aló Presidente!, llamando la atención a los entes responsables de la ejecución de las obras. Desde diversos sectores, empezando por las comunidades y los Comités de Salud, se viene ejerciendo presión, antes las instituciones públicas responsables, para la culminación de las obras de Barrio Adentro II y para la respuesta integral de las necesidades de salud de esas mismas comunidades (atención de personas con discapacidad, madres solteras, personas de la tercera edad con necesidades específicas, etc.); sin embargo, en muchas oportunidades, no se han logrado superar los obstáculos que significan las trabas burocráticas, la permisología administrativa, la entrega legal de los terrenos, el trabajo poco eficiente y responsable de las constructoras privadas o el suministro oportuno de los materiales de construcción. Estos problemas han ocasionado los retrasos que, en muchos casos, alcanzan los dos años. La planificación originalmente definida se alteró, de manera significativa, dando como resultado que la reestructuración de la política de “atención primaria” de Barrio Adentro I no pudiese ser compensada oportunamente, en la magnitud deseada, con la puesta en funcionamiento de Barrio Adentro II, y menos aún con el lento desarrollo de Barrio Adentro III. No todas las instituciones públicas han asumido el tema de la salud como una política de Estado, de competencia, por lo tanto, general.
La falta de comprensión de sectores de la población, al igual que una pobre y casi inexistente campaña de divulgación sobre la mencionada reestructuración, ha contribuido con cierta percepción equivocada, más allá de la campaña política negativa que desde sectores de la oposición se ha hecho al respecto. No se supo entender suficientemente, ni tampoco explicar adecuadamente. Algunos integrantes de los Comités de Salud señalan que una buena parte de la población percibió la puesta en funcionamiento de un módulo de Barrio Adentro I como un “derecho adquirido” y han optado por la crítica rápida antes que la reflexión serena que significa entender que antes de Barrio Adentro no existían médicos en los barrios, o muy pocos, mientras que ahora hay varias decenas de ellos aunque, quizás, menos que al inicio de la misión, y, muy cerca de su sector de habitación aunque, quizás, más lejos que antes. La costumbre creó cierto nivel de hábito y de comodidad, más allá de la conciencia de un legítimo derecho adquirido, dejando a un lado la actitud serena que se requiere para aceptar una reestructuración que era inevitable y que requerirá, con los años, de la necesaria incorporación de un contingente de médicos (as) venezolanos (as) que reemplacen progresivamente a los (as) médicos (as) cubanos (as).
Hoy nos encontramos con el hecho de que la Misión Barrio Adentro, en sí misma, está siendo objeto de estas críticas injustificadas o no bien orientadas en sus causas, y se ha convertido en uno de los temas de la diatriba política y electoral, y de la campaña de la oposición contra la invalorable y solidaria cooperación cubana. Es de señalar que la misión está por cumplir 5 años y, a pesar de sus problemas, no ha dejado de crecer y diversificarse. Son millones de venezolanos, e incluso un número importante de latinoamericanos, los que se han beneficiado de todos los programas de salud que conforman la Misión Barrio Adentro y, en general, el Convenio de Salud Venezuela – Cuba, y son también miles las vidas salvadas a través de ella.
Una campaña informativa que contrarreste esta matriz negativa de opinión que se quiere establecer, pareciera necesaria y pertinente. En este sentido, el Comité de Amistad y Solidaridad Mutua Venezuela – Cuba y los Comités de Salud están llamados a desempeñar una tarea importante de defensa de la Misión Barrio Adentro.
06 de febrero de 2008
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