GERALDO ALFONSO
Tú surgías desde el Cono Sur
y venías desde antes,
con el amor al mundo bien adentro.
Fue una estrella que te puso aquí
y te hizo de este pueblo.
De gratitud nacieron muchos hombres
que igual que tú,
no querían que te fueras
y son otros desde entonces.
Después de tanto tiempo y tanta tempestad
seguimos para siempre
este camino largo, largo,
por donde tú vas.
El fin de siglo anuncia una vieja verdad,
los buenos y los malos tiempos
hacen una parte de la realidad.
Yo sabía bien que ibas a volver,
que ibas a volver de cualquier lugar,
porque el dolor no ha matado a la utopía,
porque el amor es eterno
y la gente que te ama no te olvida.
Tú sabías bien desde aquella vez
que ibas a crecer que ibas a quedar,
porque la fe clara limpia las heridas,
porque tu espíritu es humilde
y reencarnas en los pobres y en sus vidas.
Después de tanto tiempo y tanta tempestad...
Son los sueños todavía
los que tiran de la gente
como un imán que los une cada día.
No se trata de molinos,
no se trata de un Quijote,
algo se templa en el alma de los hombres,
una virtud que se eleva por encima
de los títulos y nombres.
Después de tanto tiempo y tanta tempestad...
Che JULIO CORTÁZAR
Yo tuve un hermano.
No nos vimos nunca
pero no importaba.
Yo tuve un hermano
que iba por los montes
mientras yo dormía.
Lo quise a mi modo,
le tomé su voz
libre como el agua,
caminé de a ratos
cerca de su sombra.
No nos vimos nunca
pero no importaba,
mi hermano despierto
mientras yo dormía,
mi hermano mostrándome
detrás de la noche
su estrella elegida.
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